En este trabajo, Fisternni explora la tensión entre el ruido digital y la emoción contenida.
Texturas glitch, pulsos mínimos, chasquidos procesados y melodías suspendidas en escalas modales conforman un paisaje sonoro introspectivo.
Inspirado por el diseño sonoro quirúrgico de la nieve de Finlandia y la melancolía glitch de mis amigos, este disco es como un sistema operativo soñando, o como la memoria fantasma de una máquina olvidada.
Microbeats, ruido estático, clicks, pops y granulares en deriva:
una electrónica abstracta, sutil, sin adornos, sin certezas.
Ideal para perderse en auriculares, en tránsito, o en medio de la noche.
Minimalismo emocional, para circuitos que recuerdan.