De la mano de Máximo Ramón Ortiz en 1853 e inspirada en una tonadilla originaria de Tehuantepec, la Sandunga es considerada un himno para los Tehuanos.
Cuenta la historia que la inspiración para la letra de esta canción llega tras el fallecimiento de la madre de su autor: Máximo Ortiz. El día en que ella se marcha de este mundo lo hace unas horas antes de que su hijo pudiera llegar a hablar con ella por última vez, por lo que al llegar ante ella, la toma entre sus brazos y exclamó: ¡Ay madre por dios!
Sus versos pueden variar dependiendo de la ocasión y el gusto de cada intérprete. En esta ocasión, les venimos ofreciendo esta versión orquestal con el alma de la banda istmeña, orquestación que pretende emular a la de los grandes compositores mexicanos del siglo XX (con sus distancias) y elementos más contemporáneos para darle un estilo más "Épico".