La vida, tiene ciclos que terminan, otros dan vueltas sobre torbellinos de instintos humanos, delirantes ante el consumo de la humanidad, que sobra o desborda a las emociones, que palpitan desde el interior de los huesos a dejar correr las lagrimas que fluyen hacia un rio, donde dejamos los recuerdos para dejar que continuen y regresar al otro dia a dejar seguir que transcurran las historias, transcurren para ser olvidadas y que siga la fluctuación de vivencias y aprendizaje.
Sin saber cómo pertenecer a algún grupo social o cultural, quise crear mi propia identidad, donde la colonia nos ha venido borrando o inculcando creencias por cientos de años. Encontré a corta edad poder jugar con sonidos y secuenciadores, viendo como herramienta ser introvertido, buscando poder expresar en mi arte, esos sueños lúcidos que siempre me acompañaron.